No importa como me siento, ni lo que ocurre dentro de mi, mis angustias y pesares, ni mis lágrimas
ahogarse en mis ojos, ni desquebrajarse
mis entrañas de dolor, de auténtico dolor, un dolor que quema que me
perfora y me estrangula. No importa como me siento, a nadie le importa y no
quiero que a nadie le importe, porque
solo yo soy mi propia catarsis, muerte y nacimiento, Solo yo sé quién soy y
solo yo confío en mí. Porque lo que he vivido hasta este momento que estoy escribiendo, ha destruido
lo que fui; desengaño y decepción.
Muerte y más muerte de ilusión, de
bondad, de amor, de levedad arropada en ternura, de fuerza... Muerte y
nacimiento, esa es la constante en mi
existencia. Esperanza que cada vez que el sol besa mi frente, es renovada. Grito ahogado, grito cerrado, grito sin sonido siempre en mi
garganta desde que nací. Solo encuentro abrigo en ti, amado. Solo encuentro
consuelo cuando estoy en silencio, cuando medito con postura y actitud
semblante, entregándome completamente a ese momento, entregándome para estar a
salvo.
Naia Marlo
4 comentarios:
Solo descansando en el SER, se encuentra la Plenitud y el Gozo.
A pesar de todo el dolor, la soledad, la incertidumbre...,la muerte propia y ajena.
Solo en la NADA se encuentra el TODO.
Namaste
Muchas gracias Laura por tus palabras
Namaste
No, no es así.
Nunca ha sido así.
"Éste era el sentido
de la profanación
éste el sabor de lo que tanto tiempo
habías masticado. No hacerse
sino
deshacerse.
No hablar
sino callar.
El que espera.
El que recibe.
Besa primero al huésped y le brinda
un espacio
ofrece
pero no
violenta no atosiga.
Para desmoronarte
así
te habías construido
–sólo
lo inflexible se rompe–.
Ahora desaprendes la trampa
del lenguaje.
Lo que dice
tu cuerpo no tiene
boca."
"Chanson du désir, II" de Ada Salas.
(Ed. PRE-TEXTOS, Cruz del Sur)
Gracias TCR, por tus palabras.
Un saludo
Naia
Publicar un comentario